La historia extraordinaria de la Madre Angélica, fundadora de la multimillonaria Cadena de Televisión Eternal World y “la católica más influyente de Estados Unidos”, según la revista Time. En 1981, un año después de que Ted Turner creara CNN, una sencilla monja, sólo con sus instintos empresariales y doscientos dólares, fundó en el garaje de un monasterio de Birmingham, Alabama, lo que se convertiría en el imperio religioso de medios de difusión más grande del mundo. Bajo su guía, la Cadena de Televisión Eternal World (EWTN) creció a un ritmo asombroso, tanto en número de televidentes como en influencia, hasta el punto de que ahora llega a más de cien millones de televidentes en cientos de países de todo el mundo. Nacida como Rita Rizzo en Canton, Ohio, en 1923, la Madre Angélica fue abandonada por su padre y criada en la pobreza por una madre que padecía de depresión. De joven, Rita sufrió fuertes dolores abdominales que los médicos pensaron que se debían a un “problema de los nervios”, pero sus síntomas desaparecieron cuando una mística de su localidad rezó por ella. Al darse cuenta del poder de la oración, Rita juró dedicar su vida a Dios y se hizo monja de clausura, con la esperanza de pasar toda su existencia lejos del mundo. Pero muy pronto, la fe de Rita la impulsó a realizar obras increíbles, desde establecer un monasterio en Alabama hasta dar inicio a la primera cadena católica de televisión por cable. Confiando únicamente en “la providencia de Dios”, la Madre Angélica construyó un imperio sin prestar atención a presupuestos ni a campañas de recaudación, y logró lo que ni los más altos prelados de la Iglesia Católica habían logrado hacer.
Raymond Arroyo combina su objetividad periodística y su habilidad para captar los detalles en los más de cinco años de entrevistas exclusivas con la Madre Angélica, para traernos esta increíble historia. En su narración, Arroyo sigue el tortuoso ascenso al éxito de la Madre y saca a la luz por primera vez la feroz oposición que ella enfrentó, tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica. Esta es una inspiradora historia de supervivencia y una prueba de que la fe de una mujer puede mover mucho más que montañas.