Pedro Infante. Irresistible galán de la pantalla grande. Su imagen provoca mareos y suspiros de añoranza a las mexicanas y le proporciona a Tere çvila, Secretaria del Club de Admiradores de Pedro Infante #256, el ideal soñado con que mide a los varones, por demás reales, de su existencia. Tere vive en Cabritoville, Nuevo México, un pueblito fronterizo donde no caben secretos, y sabe muy bien que no podrá ocultar mucho tiempo su amorío con Lucio, el hombre casado que la trae loca — cuando no está robándose unas horas con él en el Motel Sands. Aœn más difícil que guardar el secreto le resulta mantener interesado al tornadizo de Lucio, ni hablar de los permanentes sermones que le suelta Irma, su mejor amiga, acerca del pésimo gusto que tiene para elegir amantes. Tere emprende la bœsqueda del sentido de su vida soltera y dificultad, bebiendo Tecate en un tugurio que mucho ha frecuentado, mirando videos de las películas de Pedro Infante que son su vida y que tal vez ya haya repasado hasta el exceso. Luego empieza a separar la lujuria y el amor verdadero, la ensoñación cinemática y el destino rasposo y complicado que a ella le pertenece si lo quiere.
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