«Castellanos Moya es una figura estelar en el todavía en marcha segundo boom de la literatura latinoamericana». Norman Rush, The New York Review of Books
Los sentimientos de odio y rencor de doña Lena, esposa de don Erasmo Mira Brossa, abogado y presidente del Partido Nacional hondureño, y madre de una única hija, Teti, son tan poderosos como el fuego: si se alimenta acaba consumiéndolo todo hasta el desmoronamiento. Pero el fuerte temperamento de doña Lena no podrá impedir que Teti se case con Clemente, un salvadoreño divorciado, veinte años mayor que ella y con el estigma de comunista. Los lazos rotos de la familia Mira Brossa ya son irreparables, y Teti, Clemente y el hijo de ambos, Eri, se ven forzados a irse de Honduras para instalarse en El Salvador.
Corre el año 1969 y la guerra entre Honduras y El Salvador amenaza con dinamitar los frágiles cimientos de la relación de doña Lena con su hija, quien, a pesar de las amenazas de su contrariada y atormentada madre, se niega a regresar a su país, ni siquiera tras la trágica y misteriosa muerte de su marido.
El carácter volcánico de la matriarca es el denominador común de la historia de esta familia hondureña, narrada con el habitual despliegue de estilo marca del autor, y en un tono afilado, ácido, que sumerge al lector en la corriente de sentimientos encontrados en la que se debaten los protagonistas de esta novela.
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“Castellanos Moya is a star figure in the progressing second boom in Latin American literature.” —Norman Rush, The New York Review of Books
The hate and grudge of Doña Lena, mother of Teti, an only child, and wife of Don Erasmo Mira Brossa, lawyer and head of the Honduran National Party, are as powerful as fire itself: if fed, it ends up consuming everything until it comes crumbling down. But Doña Lena’s hot temper will not keep Teti from marrying Clemente, a divorced Salvadorian, twenty years her senior, and with the stigma of communism. The broken bonds of the Mira Brossa family are irreparable, and Teti, Clemente, and their son, Eri, will be forced to leave Honduras to settle in El Salvador.
It is the year 1969, and the war between Honduras and El Salvador threatens to shatter the fragile foundations of Doña Lena’s relationship with her daughter, whom, despite the threats of her disgruntled and tormented mother, refuses to return to her native country, not even after the tragic, mysterious death of her husband.
The volcanic nature of the matriarch is the common denominator in the story of this Honduran family, narrated with the author’s trademark style and a sharp, acrid tone that plunges the reader into a flow of mixed feelings where the protagonists struggle.
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