¿Fue solo una casualidad que Caro Quintero saliera de la cárcel unos meses antes de que capturaran al Chapo Guzmán?
Un libro explosivo que aporta las claves definitivas para esclarecer un suceso que definió la historia del narcotráfico en México: el asesinato del agente de la DEA Enrique Kiki Camarena, en febrero de 1985. Se trata de un caso emblemático que pone en evidencia la forma en que el crimen organizado adquirió un poder prácticamente ilimitado en nuestro país, gracias a la complicidad urdida con policías, militares y funcionarios públicos, algunos de ellos aún en activo.
Por medio de las confesiones de tres testigos que integraron las filas del entonces pujante cártel de Guadalajara, J. Jesús Esquivel ofrece un recuento inédito de las actividades criminales de capos de la talla de Ernesto Fonseca Carillo, Juan José Esparragoza, el Azul, Rafael Caro Quintero, señalados como coautores de la muerte de Camarena. Asimismo, da a conocer el testimonio completo del agente Héctor Berrellez -encargado de investigar el homicidio en la llamada Operación Leyenda-, quien confirma que la propia CIA habría estado detrás del crimen.
En tal contexto, a lo largo de estas páginas se revelan datos, nombres y momentos que explican las perspectivas de la trágica relación entre México y Estados Unidos, atrapada en las telarañas de la corrupción por la producción, el tráfico y el consumo de drogas. Así, no obstante que la investigación nos cuenta las tribulaciones de una sociedad tan lejana como la de los años ochenta, remite y desentraña un presente de mayor tormento.
ENGLISH DESCRIPTION
Was it merely a coincidence that Caro Quintero was released from prison just months before the capture of El Chapo Guzmán?
An explosive book that provides the definitive keys to understanding an event that shaped the history of drug trafficking in Mexico: the murder of DEA agent Enrique “Kiki” Camarena in February 1985. This emblematic case exposes how organized crime acquired virtually unlimited power in the country, thanks to complicity woven with police officers, military personnel, and public officials—some of whom are still in office.
Through the confessions of three witnesses who were once part of the ranks of the then-powerful Guadalajara Cartel, J. Jesús Esquivel offers an unprecedented account of the criminal activities of kingpins such as Ernesto Fonseca Carrillo, Juan José Esparragoza, “El Azul,” and Rafael Caro Quintero, all identified as co-authors of Camarena’s death. He also presents the full testimony of agent Héctor Berrellez—who led the investigation into the murder as part of the so-called Operation Leyenda—who confirms that the CIA itself may have been behind the crime.
Within this context, these pages reveal facts, names, and moments that help explain the perspectives of the tragic relationship between Mexico and the United States, ensnared in the webs of corruption surrounding the production, trafficking, and consumption of drugs. Thus, although the investigation recounts the tribulations of a society as distant as that of the 1980s, it also points to—and unravels—a present of even greater torment.