Ganador del Premio Xavier Villarrutia 2019.
«No pedía mucho, carajo, sólo que lo dejaran prostituirse a su modo.»
A mediados del siglo XX, Carlos Denegri era el líder de opinión más influyente de México. Reportero estrella del diario Excélsior, tenía una red de contactos internacionales envidiada por todos los periodistas. Mimado por el poder, como columnista político sobresalió por su falta de escrúpulos, al grado de que Julio Scherer lo llamó “el mejor y el más vil de los reporteros”. Industrializó el “chayote” cuando esa palabra todavía no se usaba en la jerga política. En su Fichero Político, donde fungía como vocero extraoficial de la Presidencia y cobraba todas las menciones, podía difamar a cualquiera con impunidad absoluta.
Según Carlos Monsiváis, un coscorrón en esa columna representaba “una temporada en el infierno” para cualquier aspirante a un cargo público. Aunque ganaba millones por publicar alabanzas, se hizo más rico aún por medio de la extorsión, callándose lo que sabía de sus poderosos clientes. La personalidad pública de Carlos Denegri es indisociable de las atroces vejaciones misóginas que cometió en su vida privada. Era tan prepotente y déspota en el trato con las mujeres como en el periodismo, de modo que su patología fue a la vez íntima y social.
Radiografía del machismo a la mexicana y epitafio de la dictadura perfecta, esta novela es un estudio de carácter incisivo y mordaz, sustentado en un arduo trabajo de investigación, que por momentos linda con la farsa trágica. Enrique Serna vuelve a una de sus vetas narrativas predilectas, la reconstrucción del pasado, para entregarnos un fresco histórico apasionante.
ENGLISH DESCRIPTION
Winner of the Xavier Villaurrutia Award 2019.
“He wasn’t asking much, damn it, just to be allowed to prostitute himself in his own way.”
In the mid-20th century, Carlos Denegri was the most influential opinion leader in Mexico. Star reporter for the Excelsior, he had an international network of contacts envied by journalists everywhere. Spoiled by power, as a political columnist he stood out for his lack of scruples, to the extent that Julio Scherer called him “the best and most vile of reporters.” He industrialized the “chayote” payoff when that word wasn’t yet used in political slang. In his Political File, he acted as the unofficial spokesperson for the Presidency and could slander anyone with absolute impunity.
According to Carlos Monsiváis, a wallop in that column represented “a season in hell” for any contender for public office. Although he earned millions for publishing praise, he became even richer through extortion, hiding what he knew about his powerful clients. Carlos Denegri’s public persona is inseparable from the atrocious misogynistic harassment he committed in his private life. He was as tyrannical and despotic in his treatment toward women as he was in journalism; his pathology was both intimate and social.
An x-ray of Mexican machismo and an epitaph of the perfect dictatorship, this novel is a sharp, scathing character study supported by an arduous investigation, which at times borders on a tragic farce. Enrique Serna returns to one of his favorite narrative veins, the reconstruction of the past, to bring us a thrilling historical portrait.